El cineasta Alejandro González Iñárritu nunca había sonado tan triste. Si bien, los servicios de streaming como Netflix y Amazon Prime, son plataformas que basan la distribución de sus contenidos mediante algoritmos, y para muchas personas no tendría nada de malo eso, para el cineasta mexicano ganador del Oscar, probablemente esa manera de promocionar el cine (como una simple mercancía) no sea la manera más fortuita para aprovechar la calidad que una película de Netflix podría ser capaz de ofrecer.
Durante una clase magistral en el Festival de Cine de Sarajevo de este fin de semana, el director de Birdman (2014) y The Revenant (2015), se refirió (tal vez, de manera algo exagerada o no) a esta nueva forma para consumir cine como “la dictadura del Algoritmo”, al considerar que Netflix y cualquier otro servicio similar, debería presentar sus contenidos en las salas de cine, sin miedo de perder a su público. “Netflix debería entender que algunas de sus películas deberían ser lanzadas en los cines”, dijo en entrevista con Screendaily.
“Eso sería un beneficio para la película y para ellos. No perderían a la gente que mira televisión. Si ves una gran película en el cine y luego, dos o tres semanas después, la ves en la televisión, la vuelves a ver ”, agregó.
Pero además Iñárritu, quien al parecer aún no ha logrado ser convencido para trabajar en un proyecto de streaming, a diferencia de como ocurrió con sus connacionales Alfonso Cuarón (con Roma, 2018) y Guillermo del Toro (con Trollhunters, 2016) , también fue severo al explicar que uno de los más grandes males que están generando las compañías como Netflix es que algún día terminen por arruinar la creatividad de las próximas generaciones, ya que “las posibilidades de experimentar y explorar han desaparecido porque la televisión exige una globalidad garantizada que todos entiendan”, dijo.
“Todo tiene que ser claro, comprensible, global, como un comercial de Coca-Cola. Tiene que complacer a todos porque es un producto mundial, y no puedes lidiar con esa maldita cosa”.
Sin embargo, no es lo peor que el cineasta predijo (además de haber criticado a la sociedad contemporánea y su “impaciencia para entretenerse), porque señaló que (esperemos que no suceda) esta nueva forma de crear cine también está cambiando las motivaciones de los escritores y cineastas jóvenes, explicó. “El cine, la inspiración, eso es una joya”, dijo, pero “probablemente va a desaparecer”.