Gemma asegura que el supermercado es uno de los sitios en donde más podrían efectuarse los contagios por coronavirus, debido a que se trata de un lugar cerrado que registra un aglomeramiento significativo de personas.
MÉXICO.- Las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades para evitar la proliferación de la pandemia por coronavirus, han ocasionado una modificación en los hábitos de las personas, entre ellos, el del protocolo de higiene a seguir cuando se acude al supermercado para abastecerse de los alimentos y enseres necesarios.
Respecto a ello, la farmacéutica y experta en seguridad alimentaria Gemma del Caño, en una entrevista brindada al portal ElDiario.es, explicó que es momento de que “reflexionemos sobre estos gestos cada vez que vamos al súper” teniendo en cuenta que nuestro mayor miedo no debe ser contagiarnos “sino que nosotros contagiemos”, porque podemos ser infectados asintomáticos.
Gemma asegura que el supermercado es uno de los sitios en donde más podrían efectuarse los contagios por Covid-19, debido a que pese a las restricciones de las autoridades, se registra un aglomeramiento significativo de personas, en un espacio cerrado pero delimitado. A la vez de que no hay manera de evitar el contacto con la infraestructura, pues se toca la puerta, las agarraderas de las canastas o carritos, los artículos, la banda de la caja registradora, el dinero, las tarjetas, en fin, un sinnúmero de objetos.
Debido a ello, la farmacéutica española se dio a la tarea de enlistar una serie de actos, que aunque a simple vista parecieran pequeños, podrían ser significativos para nuestra salud y con eso evitar al máximo el contagio por Covid 19. Estos consejos son:
No te toques la cara, no te toques la cara, no te toques la cara.
El coronavirus se transmite por medio de gotículas, las cuales caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que los demás pueden contraer el Covid-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. Por eso durante todo el proceso de compra debemos evitar tocarnos la cara con las manos, y en cuanto lleguemos a casa hay que lavarlas correctamente, con agua y jabón o con solución hidroalcohólica.
Hablar por el teléfono celular.
Muchas veces aprovechamos que bajamos a hacer la compra para hacer llamadas por el móvil. O pueden surgirnos dudas y entonces llamamos a alguien para asegurarnos de que no nos falte nada.
Del Caño explica que no hay problema en llevar el teléfono, pero que es importante saber “que es uno de los focos de transmisión“.
Del mismo modo, si estamos hablando con el móvil cerca de los productos, exponemos estos y la zona que nos rodea las gotículas que propagan el virus.
Tocarte el cubrebocas.
Gemma recomienda lo siguiente: “Si queremos ir a comprar con un cubrebocas casero o un pañuelo de tela, ok, pero lo más importante es que no nos olvidemos del resto de recomendaciones”, señala. Así, recuerda que el cubrebocas o mascarilla de tela no evita el contagio, pero puede ayudar a reducirlo como “una barrera más”. Eso sí, hay que seguir manteniendo la distancia de seguridad de metro y medio, y mantener una frecuente higiene de manos porque si no no va a servir de nada, e insiste: no hay que toquetearlas con las manos y hay que ponérsela y quitársela correctamente.
El lío de los guantes.
Del Caño explica que no es necesario llevarlos: “lo que hay que llevar es el cerebro”. “Cuando manipulamos cualquier cosa con los guantes, hay que pensar que estos ya son como la piel de nuestras manos”, insiste. Por eso, si llevamos nuestros guantes de casa y nos dan otros en el súper, es recomendable que nos los pongamos encima, de la misma forma que habría que ponerse otros más si vamos a coger fruta.
Advierte además que es un “riesgo y una imprudencia” manipular la fruta sin guantes, por lo que es importante ponerse siempre los guantes de plástico que hay para coger fruta o una de las bolsas que se usan para pesarla.
Marcha atrás en el pasillo.
Una recomendación para evitar el lío de carritos y canastas en los pasillos es dejarlos aparcados en un sitio que no moleste al tránsito, coger los productos y llevarlos al carro. De esta forma también podremos evitar cruces innecesarios.
Dos por uno.
Situación incómoda habitual: te acercas a un estante a por uno de los productos y hay otra persona que justo va a coger o está cogiendo lo mismo. ¿Qué hacer? La solución en este caso es muy obvia y sencilla: esperar manteniendo la distancia de seguridad.
La lista de la compra.
Planificar bien la compra haciendo una lista es primordial.
“Es lo primero en lo que tenemos que pensar”, recuerda la también farmacéutica, que señala que de esta forma “reducimos el tiempo de estancia en el súper porque sabemos los productos que nos hacen falta”.
Carros de supermercado y canastas.
Aunque muchos supermercados limpian habitualmente las asas de las canastas y de los carritos de la compra, Del Caño recomienda llevar nuestras bolsas de casa para hacer con ellas la compra. Si necesitamos un carrito, la recomendación es “meter las bolsas en el carro y en ellas los productos”, ya que algunos estudios advierten que es uno de los lugares más contaminados del súper.
¡Que si quiere bolsa!
La recomendación de Del Caño es que llevemos nuestras bolsas de casa. Pero ojo, hay que lavarlas. Si son de tela o rafia, se pueden limpiar en la lavadora y si llevan algún componente de plástico, pueden higienizarse a mano con agua y jabón.
La experta en seguridad alimentaria advierte de que las bolsas son un caldo de cultivo de bacterias importante y no somos conscientes de ello, por lo que es necesario cuidar su higiene y no solo ahora en tiempos de coronavirus.
La zona más crítica del supermercado.
La hora de pagar es el momento más crítico. En ocasiones se nos olvida de mantener la distancia de seguridad en la zona de cajas, bien porque la gente va a coger las canastas que los clientes dejan ahí o bien porque se junta más de un comprador en la zona de embolsado.
La experta cuenta que fue consciente esta semana al hacer la compra de que es una de las zonas “más preocupantes y críticas” y pide a los responsables que desinfecten el área donde se dejan los productos una vez cobrados, como se hace con la cinta transportadora.
Sonríe, es gratis.
El supermercado es uno de los pocos sitios en los que “socializamos” en estos tiempos de cuarentena. Por eso todas estas recomendaciones son una serie de buenas prácticas “de higiene y de respeto” hacia los demás “que aunque nos puedan parecer exageradas, deberíamos intentar cumplir” como parte de la sociedad.
Del Caño explica que ante estas recomendaciones suele haber dos tipos de reacciones fruto del miedo. “O las rechazamos o nos obsesionamos”, explica. Las cajeras y cajeros de supermercado son uno de esos colectivos que están en primera línea frente al coronavirus y muchas veces lo hacen en condiciones precarias, por lo que es importante que les traslademos nuestro respeto y apoyo.
“Sonríe, carajo, que hablar no puedes pero sonreír sí”, afirma la farmacéutica.