Muchos ríos de tinta ha hecho correr la hipotética existencia animal de enorme tamaño que muchos defienden haber visto, mientras los expertos niegan que sea algo real
Dos hombres acudieron a dar una vuelta a un bosque de Guernsey (Ohio, Estados Unidos), donde decidieron probar un dron que acababan de comprar. Mientras uno de ellos trataba de hacerlo volar, otro le grababa… momento en el que algo extraño apareció entre los árboles: una figura negra, grande y peluda. ¿Se acababan de encontrar con un Bigfoot? Esta es la última grabación de un legendario mito en el que incluso el mismísimo FBI se ha visto obligado a intervenir.
Tradicionalmente, son muchas las culturas que hablan de este legendario animal. Desde hace muchos siglos, ancestrales pueblos cuentan mitos sobre la existencia de un aterrador animal, mitad homínido, mitad mono, que vaga por los lugares más aislados del planeta. Diferentes culturas en diversos puntos de América, el Índico o Asia hablan de la existencia de este extraño animal, lo que ha llevado a centenares de investigadores a estudiar si existió -o existe- en realidad.
*VÍDEO | El último ‘avistamiento’ de un Bigfoot
Fue en los primeros años del siglo XX cuando la fiebre por encontrar al Bigfoot se desató. Relatos de encuentros extraños, raras huellas en bosques perdidos e, incluso, enigmáticos restos animales pronto provocaron una fiebre por saber la verdad que, a día de hoy, continúa sin encontrar respuesta. O, al menos, no que la que muchos investigadores esperan. Pero la verdadera explosión llegó con las primeras grabaciones que parecían acreditar la existencia del animal.
En muchos casos, pronto se demostró que se trataba de un burdo fraude; en otros, fueron los propios autores los que confirmaron años después que todo era una farsa; pero, en otras ocasiones, aquellos que se encontraron con lo inexplicable siguen defendiendo la verdad de lo que grabaron. Es lo que ocurre con Bob Gimlin, un hombre de 86 años que consiguió grabar por casualidad en 1967 unas imágenes que, a día de hoy, siguen dando la vuelta al mundo.
*VÍDEO | El famoso vídeo de Bob Gimlin de 1967
“Estábamos cabalgando junto al arroyo, disfrutando de un cálido día de sol. Entonces, al otro lado del arroyo, vi algo de pie. Todo sucedió muy rápido. Caminaba erguido y durante bastante tiempo. No parecía un oso. He estado en el bosque toda mi vida y no tengo ninguna duda en mi mente de lo que era“, explica Gimlin en conversación con ‘Popular Mechanics’. Esa grabación sigue siendo la mayor ‘prueba’ de la existencia del Bigfoot… y que tiempo después provocó la actuación del FBI.
Fue en 1976 cuando en el mismo bosque se hallaron unos restos de pelo de extraña procedencia. Peter C. Byrne, director del Centro de Información y Exposición, se puso en contacto con el FBI para que analizara estos restos y tratara de explicar de qué se trataba. A través de una serie de cartas, Byrne pedía su estudio: “No encontramos con frecuencia cabello que podamos identificar y este, unos 15 cabellos unidos a un pedazo de piel, creemos que puede ser importante“, explicaba.
El FBI aceptó el encargo y no dudó en analizar aquellos restos de cabellos… con malas noticias para los amantes del misterio: simplemente eran restos de un ciervo. Ha sido ahora, casi medio siglo después, cuando el organismo norteamericano ha desclasificado los archivos oficiales de aquella investigación sobre el Bigfoot, confirmando que no existe ninguna prueba que haga pensar que existe. A pesar de ello, muchas personas siguen creyendo en él, los últimos, esta misma semana.
Los dos hombres que acudieron al bosque de Ohio aseguran que lo que vieron es real y que en las imágenes así se confirma, algo que los expertos pronto se han encargado de desmentir, asegurando que se trata de un engaño. ¿Existió alguna vez el Bigfoot? ¿Es real? ¿O simplemente es fruto de nuestra imaginación? El misterio sigue abierto al respecto, mientras los expertos, incluidos el FBI, continúan asegurando que no existe ninguna prueba que confirme su existencia.