Las zonas costeras de Yucatán recibieron a una buena cantidad de personas, lo que generó mejores ingresos a los prestadores de servicios
MÉRIDA, Yucatán.- El último fin de semana vacacional llenó de visitantes las zonas turísticas del puerto, pero con bajos niveles de ocupación de casas de playa, lo que ayudó a que la cantidad de vehículo fuera menor a la esperada.
Luego de varias semanas de vacaciones, donde Progreso y sus comisarías habían estado presentando un aumento del doble y hasta el triple de vehículos transitando por sus calles, este último fin de semana, la situación cambio de forma drástica, ya que, si bien el tránsito vehicular en las zonas costeras estuvo “movido, el resto de calles lució semivacío.
A pesar de esto, el número de paseantes en las zonas de playa del puerto y sus comisarías fue esperanzador para los prestados de servicio; significó para ellos un magnífico cierre de las vacaciones de verano, pues, a pesar dela pandemia, comerciantes, restauranteros y hoteleros consideraron que es uno de los mejores “cerrojazos” de los últimos años, principalmente para las comisarías costeras, que se beneficiaron con los cierres de fin de semana del malecón, como medida sanitaria.
Desde temprano autobuses del interior del Estado comenzaron su arribo a este puerto, trayendo consigo a decenas de paseantes, los cuales se distribuyeron entre las playas de Progreso, Chicxulub, Chelem y Chuburná.
Algunas familias acudieron a Progreso para finalizar con sus vacaciones. (Gerardo Keb/Novedades Yucatán)
Así, los veranantes lograron disfrutar de su estancia en el sitio, de cara a lo que será el inicio de un nuevo ciclo escolar.
Los comercios turísticos y restaurantes de Progreso y las comisarías registraron ganancias durante este fin de semana, aunque en el balance de la temporada no les fue tan bien.
De cualquier manera, sin embargo, indicaron que se mantuvieron por arriba de lo conseguido en cierres de años anteriores, ya que cada año la compra de útiles escolares y demás gastos por el inicio de clases reduce de forma drástica el poder adquisitivo de las familias, las cuales hacen un verdadero esfuerzo por cerrar de la mejor manera su periodo de asueto.