La causa de la aparición del TEA no se ha determinado, pero sí la fuerte implicación genética en su origen.
MÉRIDA.- En Yucatán, el Trastorno de Espectro Autista (TEA) es la primera causa de consulta en neurología pediátrica, con el 30 por ciento, de acuerdo con especialistas de esta rama de la medicina.
Estiman que cinco de cada cien niños pueden presentar esta condición, que también es la que más se diagnostica de forma errónea y requiere un mayor conocimiento e inclusión por parte de la sociedad.
Se considera que en educación primaria en la entidad, por cada salón de clases hay al menos un niño con TEA. Carlos Augusto Barrera Tello, neurólogo pediatra del Hospital General Regional No. 1 “Lic. Ignacio García Téllez” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al impartir la conferencia “Trastornos del Espectro Autista (TEA). De la sospecha al diagnóstico”, explicó que para intuir que un niño presenta esta condición y hacer un diagnóstico adecuado, el menor debe tener de 2 a 3 años de edad.
“Hoy en día, al niño que presenta ciertos problemas de conducta, sin importar la edad, se le considera con TEA y se le inicia erróneamente el tratamiento, sin antes hacerle una valoración integral”, indicó.
“Este es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral. Acompaña a la persona toda su vida y afecta fundamentalmente la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y del comportamiento”, detalló el especialista ante integrantes de la asociación Sinergia con Sentido.
El Dr. Barrera agregó que no está determinada la causa que explique la aparición del TEA, pero sí la fuerte implicación genética; los principales indicadores de alerta son: falta o problemas de comunicación del niño, dificultades para relacionarse socialmente y problemas de conducta.
Síntomas “clásicos”
“Los factores más significativos son que cuando se le llama por su nombre no responde, no se despide cuando le dicen adiós, no sonríe de manera recíproca, no muestra interés por otros, sus rabietas (berrinches) son frecuentes y desproporcionadas y se fijan excesivamente en algún objeto que les interese”, explicó.