Para su investigación, los científicos usaron datos de dos cohortes independientes de unos 100 pacientes adictos a la nicotina que sufrieron una lesión cerebral —generalmente por un accidente cerebrovascular— y después compararon las lesiones de aquellos que pudieron dejar de fumar con las de pacientes que no lo lograron.
Participantes
En total, examinaron datos de 129 individuos que fumaban en el momento de la lesión cerebral, de los que 69 continuaron haciéndolo y 34 lo dejaron sin dificultad, inmediatamente después y sin recaer.
Los investigadores constataron que, aunque las lesiones generadas por el ictus se localizaban en lugares muy diferentes del cerebro, en el caso de aquellos que dejaron de fumar siempre apuntaban a un circuito cerebral específico.
Además, para su sorpresa, en el curso de sus investigaciones y usando diferentes bases de datos, también hallaron que la reducción del riesgo de alcoholismo se correspondía con un circuito cerebral similar.
Esto sugiere la existencia de una vía neuronal que puede ser potencialmente terapéutica para la adicción en general, más que para la dependencia de una sustancia específica, señala un comunicado de Brigham and Women’s Hospital (Boston).
“Aunque sabemos mucho sobre los mecanismos neurobiológicos de la adicción, las opciones de tratamiento son muy limitadas”, afirma Juho Joutsa, de la Universidad de Turku (Finlandia).
“Al mirar más allá de las regiones individuales del cerebro e ir al circuito cerebral, encontramos objetivos para la remisión de la adicción y estamos deseando probarlos rigurosamente a través de ensayos clínicos”, señala Michael Fox, investigador del departamento de Neurología del Brigham.
En última instancia, añade, “nuestro objetivo es dar pasos mayores para mejorar las terapias existentes para la adicción y abrir la puerta a la remisión”.
Ahora que este estudio identificó una diana —un circuito cerebral específico—, “esperamos comprobar si la terapia de neuromodulación dirigida a este proporciona un alivio sostenible de los síntomas de nuestros pacientes” con adicciones, afirma Fox.
Los autores reconocen no obstante dos limitaciones principales del estudio: los resultados se basan únicamente en el análisis retrospectivo de conjuntos de datos y los conjuntos examinados solo abarcaban sustancias de abuso específicas, de ahí la necesidad de un ensayo clínico.