El último incremento al precio del aceite de cocina fue en febrero de este año con un 23% más del costo anterior.
En los últimos meses se ha incrementado varias veces el precio del aceite de cocina y varios establecimientos han intentado absorber ese gasto para no afectar el bolsillo de sus clientes, pero ya no es posible y se ven obligados a también subir los precios de sus platillos.
En comparación con el 2019, a mediados de este año el costo es cuatro veces mayor; restaurantes y cocinas económicas, han visto cómo sus clientes se marchan cuando se sientan y ven los precios de la comida.
Según indican los expertos, los precios del aceite comenzaron a subir con la pandemia de COVID-19, pero existen otros motivos, como por ejemplo:
- Malas cosechas en Sudamérica
- Falta de trabajadores por contagio de COVID-19
- Creciente demanda del producto
Así mismo, señalan que la guerra en Ucrania, país que produce casi la mitad del aceite de girasol existente en el mundo, no puede producirlo, además de que Rusia produce el 25% de sus entregas.
El conflicto armado sigue interrumpiendo los envíos de grano de Ucrania y el país de Putin, empeoró la escasez de fertilizante que hará que la comida se encarezca y menos abundante; esto provoca una pérdida de cebada, trigo y otros granos.
Desde febrero de este año, los precios incrementaron bastante y luego en marzo subieron un 23% más, según indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esta situación afecta directamente la economía de miles de millones de familias y establecimientos que ven menos ganancias y más descontentos en sus clientes por el costo del aceite de cocina.