La reina Isabel II de Gran Bretaña, jefa de la Commonwealth y monarca de 15 países, murió a los 96 años después de más de 70 años en el trono.
La reina Isabel II, la monarca con más años de servicio en Gran Bretaña, murió a los 96 años, anunció el Palacio de Buckingham. La muerte de la Reina sumió al país en luto y marca un momento decisivo en la vida de la nación, poniendo fin a un reinado que abarcó 70 años.
Altos miembros de la familia real habían viajado para estar con ella en Balmoral, el castillo de la reina en las tierras altas de Escocia, mientras que en Westminster el estado de ánimo entre los altos cargos políticos era sombrío.
La Reina celebró este año el 70 aniversario de su reinado. Ella había representado la continuidad y la estabilidad de Gran Bretaña desde la era de la posguerra hasta el siglo XXI. El país se preparaba para la muerte de la monarca el miércoles por la mañana cuando el Palacio de Buckingham emitió un raro boletín médico sobre la salud de la reina.
La BBC suspendió la programación normal. A principios de esta semana, la Reina, que había sufrido problemas de movilidad durante algún tiempo, supervisó la transición del poder de Boris Johnson a la nueva primera ministra Liz Truss desde Balmoral en lugar de viajar a Londres.
La noticia del estado de la monarca se transmitió a Truss en la Cámara de los Comunes poco antes del mediodía, cuando hizo una declaración ante el parlamento sobre una intervención estatal en el mercado energético. Sir Lindsay Hoyle, presidente de la Cámara de los Comunes, interrumpió el debate sobre los planes de precios de la energía del gobierno con noticias sobre el estado de la reina.
La reina había sido una parte central de la vida en el Reino Unido durante siete décadas, desde la muerte de su padre, Jorge VI, en 1952. Asumió el trono cuando Winston Churchill estaba en Downing Street y esta semana invitó a Truss, el decimoquinto primer ministro de su reinado, a formar un nuevo gobierno.
¿Qué abarcó el reinado de Isabel II?
Su reinado abarcó la descolonización de gran parte del imperio británico en África y Asia, así como la consolidación de la Commonwealth. También vio el surgimiento de la monarquía moderna, que se convirtió en objeto de un intenso escrutinio mediático. La popularidad personal de la Reina se consideró un factor clave para mantener el apoyo a la monarquía en el Reino Unido en los últimos años.
Rehuía las intervenciones políticas y sus súbditos la conocían principalmente por su presencia en eventos públicos y mensajes navideños televisados, que a menudo enfatizaban los valores del deber y el diálogo. Se convirtió en la monarca con más años de servicio en la historia británica en 2015, superando a su tatarabuela, la reina Victoria.