A 16 años de la partida terrenal de Don Andrés García Lavín, su historia de éxito es guía para hombres y mujeres emprendedores quienes rinden homenaje a su memoria y legado.
Hoy se recuerda a un hombre visionario, cuyo incansable esfuerzo y dedicación dejó una huella imborrable en la historia de Yucatán.
Don Andrés fue mucho más que un exitoso empresario. Fue un verdadero promotor de las costumbres y la cultura regional, un filántropo generoso y un ejemplar padre de familia, cuyos hijos siguen hoy poniendo en alto su obra en el conglomerado de medios de Servicios Informativos y Publicitarios del Sureste.
Su visión empresarial revolucionó el panorama de los medios de comunicación en el Sureste de México, abriendo las puertas a los medios masivos que hoy en día conocemos.
Pero su legado trasciende los límites de los medios, ya que Don Andrés fue un pilar en el desarrollo económico de la región, rodeándose de hombres de negocios y estableciendo alianzas estratégicas que fortalecieron su presencia en prensa, radio, televisión e internet.
Como fundador de Grupo SIPSE, el grupo de empresas de comunicación más importante del Sureste del país, su nombre resonaba con fuerza en el ámbito empresarial, tanto a nivel nacional como internacional.
Más allá de su éxito profesional, Don Andrés siempre estuvo comprometido con su comunidad y su labor filantrópica dejó una profunda huella en quienes se beneficiaron de su generosidad.
Desde obras de caridad hasta la colaboración en la reconstrucción de comunidades afectadas por desastres naturales, Don Andrés siempre estuvo dispuesto a tender una mano amiga.
Hasta el día de hoy se le reconoce por su liderazgo, su pasión por la libertad de expresión y su constante búsqueda de generar riqueza social y empleo, por lo que su legado trasciende el tiempo y sigue siendo fuente de inspiración para las nuevas generaciones.
El nombre de Don Andrés García Lavín (1929-2007) se escucha diariamente por quienes ubican la importante avenida que lleva su nombre y que atraviesa al menos ocho colonias y fraccionamientos en una longitud de 2.5 kilómetros.
Es del dominio público la frase que dice que “aún después de fallecido, Don Andrés sigue impulsando negocios”, en referencia a los cientos de empresas prósperas esparcidas en todo el derrotero, desde restaurantes, bares, centros comerciales y hoteles de alta categoría.
La avenida Andrés García Lavín inicia en el cruce con la calle 61 de San Ramón Norte y termina en el entronque del periférico del City Center, zona donde también se levantan residencias y fraccionamientos, y que es sinónimo de éxito por su alta rentabilidad y creciente plusvalía.