En un hecho que marca un hito en la historia de la justicia mexicana y estadounidense, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, fue sentenciado a 38 años de prisión por un tribunal de Nueva York. La decisión fue anunciada este miércoles en la Corte del Distrito Este, donde García Luna enfrentó cargos por recibir sobornos millonarios y colaborar con el Cartel de Sinaloa durante más de dos décadas.
Con 56 años, el exfuncionario, considerado una de las figuras más poderosas y temidas de México, se convirtió en el político mexicano de más alto rango en ser juzgado en EE. UU. Además de la extensa condena, el juez Brian Cogan le impuso una multa de dos millones de dólares.
Durante la sentencia, el juez Cogan expresó: “No voy a sentenciarlo de por vida, voy a dejarle un poco de luz al final del túnel”, aunque destacó la gravedad de sus crímenes. Cogan rechazó tanto la cadena perpetua solicitada por la Fiscalía como los 20 años propuestos por la defensa, eligiendo en su lugar imponer una condena de 460 meses.
En su declaración, el juez comparó a García Luna con Joaquín “El Chapo” Guzmán, afirmando: “Usted tiene la misma matonería que El Chapo, solo que la manifiesta de forma diferente”. Su veredicto se basó en la “doble vida” del exsecretario, quien utilizó su posición de poder para favorecer al Cartel de Sinaloa, reafirmando su culpabilidad con contundencia.
Este fallo no solo representa un cierre para las víctimas de la corrupción y la violencia en México, sino que también establece un precedente en la lucha contra la impunidad en la política mexicana. La sentencia de García Luna es un recordatorio de las consecuencias de la corrupción en las altas esferas del poder y una señal de que la justicia, aunque tardía, puede alcanzarlos.